El sexo puede ser considerado como una aventura húmeda. Para sentirte bien en el sexo debes hacerte a la idea de mojarte y ponerte muy resbaladiza(o). Lo cierto es que durante el acto sexual participan muchos fluidos. Unos súbitos como el eyaculado y otros constantes como la saliva, el sudor o la lubricación vaginal.
El significado de los fluidos, como todo en el sexo, varía de persona a persona. Mientras que algunos disfrutan de la humedad propia y de su compañero, otros ven en los fluidos corporales como algo desagradable, de mal olor o mal sabor. Es verdad que necesitamos cierta desinhibición y excitación para gustar o, por lo menos, no prestarle atención a la escrupulosidad. Pero, también se necesita poca escrupulosidad para lograr la excitación.
El sudor y la saliva en el sexo
Con el sexo se aprende todos los días, y confieso que, solo después de estudiar para escribir este artículo, fui consciente de la presencia del sudor y de la saliva en el sexo. De la saliva son 99.5% agua, con algunas enzimas y electrolitos, algunas células muertas y otras sustancias que el cuerpo sabiamente produce para eliminar microbios. Hay mucha gente que odia el sudor propio y el sudor ajeno. No obstante, se debe amar las babas, por poca reputación que tengan.
Hay un componente inquietante en el lamido y en el sexo oral que también ocurre en los animales. La saliva se ha usado y se usará toda la vida, para el sexo anal, vaginal, y para toda clase lujurias que hacen parte de los deportes acuáticos del sexo, como la lluvia dorada.
Los humedales masculinos en el sexo
Pasamos a una clase de lubricación desapercibida, pero no menos importante. Si señoritos y señoritas, la lubricación y las humedades masculinas. Estamos hablando del líquido pre eyaculatorio, sustancia mucosa y transparente, como la clara del huevo. La eyaculación propiamente dicha, señal de orgullo propio y placer de hombres y mujeres, es la expulsión del líquido que oscila entre 2.5 y 5 ml, contiene una mezcla de sustancias que facilitan la viabilidad de los espermatozoides. Cuando sucede de manera involuntaria entre sueños (húmedos), sobre todo eróticos, se le llama polución nocturna.
Otra secreción es el esmegma, la inconfundible secreción que suele acumularse bajo el prepucio o entre los labios menores. Se aconseja el lavado con agua para removerlo, aunque, como todo en el sexo – repito – existe gente que prefiere dejarlo ahí para el sexo oral.
La lubricación femenina en el sexo
Bueno, ahora sí, las humedades femeninas. No basta con decir que la lubricación femenina es cuando la mujer “se moja y ya”. Los buenos amantes y las mujeres apropiadas de su cuerpo entenderán que hay una lubricación similar al líquido pre eyaculatorio que aparece ante la excitación intensa, producidas por las glándulas de Bartholino que se encuentran cerca de la entrada de la vagina, y la secreción de las glándulas de Skene (parauretrales), que producen una sustancia blanco lechosa escasa similar a la eyaculación y que corresponden, mucho ojo, a la verdadera eyaculación femenina.
La lubricación vaginal es, un ultrafiltrado de plasma sanguíneo con electrolitos, o en otras palabras “agüita que viene de la sangre desde muy adentro del corazón”, para los no muy avezados en cuestiones de la fisiología humana. Todas las lubricaciones, en este caso, facilitan la mecánica de la penetración porque disminuyen la fricción y, por lo tanto, la posibilidad de dolor. Neutraliza el ácido natural de la vagina para facilitar el movimiento y la vitalidad de los espermatozoides y la fertilidad.
Realmente el famoso squirting de las películas porno es la orina diluida, que puede aparecer ante los estímulos eróticos intensos, pero que en la mayoría de las porno, son simulados. En este caso “agüita amarilla desde muy el fondo, pero de la vejiga”, de la misma manera que las mujeres con incontinencia urinaria.
Si aún con este texto te molestan los fluidos en el sexo, consulta con Sexólogos SUGO Especialistas
Escrito por: Germán Quiroz