El síndrome genitourinario
Para que estas lubricaciones aparezcan, es necesario un buen estímulo erótico y también presencia de hormonas como los andrógenos y los estrógenos. Estas últimas comienzan a escasear después de la menopausia y generan problemas de sequedad, ardor, irritación, dolor al orinar, fisuras, flujos vaginales anormales, infecciones urinarias recurrentes y dolor con las relaciones y sangrado.
Las mujeres mayores, sobre todo de otras épocas y muchos pudores, piensan que “son muy estrechas”, o que “volvieron a la virginidad”. Este síndrome genitourinario ocurre en 15% de mujeres premenopáusicas y 57% posmenopáusicas. Esta causa les reduce el placer y les produce vergüenza, tanto así, que les dificulta entablar una relación amorosa y sexual.
Pero no solo las mujeres mayores tienen su río seco. Los síntomas más severos pueden aparecer en mujeres que se encuentran en tratamiento para algunos tipos de cáncer. No solo el problema de autoestima y emocional que pueda generar, sino también las quimioterapias o terapia anti hormonales, por ejemplo, para el cáncer de seno, generan mucha sequedad. A pesar de esto, muchas mujeres buscan ayuda para mantener su vida sexual activa y placentera.
Otras situaciones en donde escasea la lubricación
Por fortuna, la gran mayoría de las veces no se hace necesario el uso de una lubricación extra. Sin embargo, hay situaciones en las que no puede faltar, por ejemplo, un poco de lubricante sirve para evitar que se rompa el condón o para grandes faenas de fin de semana. En otras situaciones menos deseables tampoco puede faltar, como el mencionado síndrome genitourinario, la diabetes, las cirugías recientes, el uso de ciertos medicamentos (con efectos anticolinérgicos) y el cannabis.
Por otro lado, la lubricación extra debe estar incluida en parte del tratamiento del trastorno de la excitación femenina, o en caso de pocos prolegómenos (llámese juegos sexuales y estimulación previa a la penetración) que hace que los tejidos tumescentes vaginales y vulvares no se encuentren preparados.
Cuando la lubricación es abundante
Antes que nada, felicitaciones. De una manera u otra es signo de buena salud. La parte mala del asunto es que la penetración es tan resbalosa que puede disminuir la sensibilidad y el placer. Pero descuida, todo tiene solución. ¿Recuerdas los anticolinérgicos? se pueden usar en este caso. Pregunta a tu médico (idealmente sexólogo) de cabecera para saber cuál y cómo usar.
Escrito por: Germán Quiroz. Médico Sexólogo Clínico.
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