Damas y caballeros, vamos a revisar el gran mundo de los lubricantes (artificiales), que son aconsejados para el sexo vaginal. En días pasados hablamos sobre la lubricación natural de la vagina. Hoy es el momento de hablar de los lubricantes basados en agua.
“Para el coito (cópula) vaginal es ideal un lubricante basado en agua porque se lavan y disuelven fácilmente en agua, y entre otras propiedades, no dañan los condones”
Estos están compuestos por polímeros solubles en agua, junto con humectantes, modificadores de viscosidad y otros componentes que cambian sus propiedades como textura y capacidad de evaporación. La persona acostumbrada a cambiar apropiadamente la lubricación del motor de su carro, sabrá lo importante que es escoger un lubricante con propiedades adecuadas para el motor. Lo mismo así, para el sexo.
Estos tienen varias ventajas:
- Son efectivos y placenteros porque mejoran la sensación resbaladiza y húmeda del sexo
- Se lavan y disuelven fácilmente en agua
- No dañan el látex de los condones
- Evitan que el condón se rompa por la sequedad y el exceso de fricción
Estos multipropósito sirven para practicar el sexo vaginal y oral. Es decir, sirven para el ya bien conocido mete y saca, pero además, para lamer y chupar cualquier parte del cuerpo porque algunos vienen de sabores. Pero al mismo tiempo masajear, solo un poco, porque aunque no son los mejores para este propósito, se lavan muy fácil.
Pese a que los lubricantes en agua son muy buenos para la mayoría de los casos, no son perfectos, entre sus desventajas se encuentran:
- Se secan más rápidamente. Pero no hay mucho lío, en este caso se añade agua o saliva extra para mantener su lubricación. Por lo anterior, no son lo mejor para el sexo anal. Tampoco son optimos para el anal porque su pH tiende a ser ácido. Esto lo profundizaremos más adelante.
- Por esto mismo no son buenos para usar en la piscina, el jacuzzi o junto con la ducha del baño. Para esto usa los de silicona, que los tocaremos más adelante.
- Contienen una sustancia llamada “glicol” o “glicerol”, la cual tiene características físicas similares a la “glucosa”. Es un tipo de “azúcar” que puede predisponer a infecciones bacterianas y por hongos. Por esto es mejor evitar en personas que tienen infecciones vaginales frecuentes, personas diabéticas o inmunocomprometidas.
- Esto hace que los fabricantes deban adicionar sustancias preservantes (parabenos) que impiden el crecimiento microbiano, pero estos preservativos pueden ser causa de irritación o alergia para algunos genitales. En este caso te recomendamos un lubricante neutro o de otro tipo, como el de silicona. Hablaremos de esto en otro blog.
- Debido a la mezcla de componentes, pueden predisponer a alergias e intolerancias de la piel en personas sensibles. Esto se agrava aún más cuando los lubricantes tienen sabores o sensaciones especiales. Hay que tener cuidado en esto, como en muchas cosas del sexo, más no es mejor. Usa este tipo de lubricantes todo lo que quieras, pero te recomiendo que antes del sexo pruebes en tu piel para ver si te cae bien.
- Ten siempre presente la fecha de caducidad y las recomendaciones de uso del fabricante. Una vez abiertos, no deberían estar en uso más de un mes porque, igualmente, se podrían contaminar de bacterias muy fácilmente luego de su primer uso.
Por lo demás, úsalos con confianza tanto y en tanta cantidad como quieras. Son muy buenos y dan una gama de sensaciones extra que mejoran el disfrute, la seguridad y la confianza, lo que, en conjunto, mejora tus capacidades en la cama. No se debe esperar a tener un problema de resequedad para animarse a usar un lubricante basado en agua.
Escrito por: Germán Quiroz. Médico Sexólogo Clínico.
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