El deseo sexual hipoactivo ha sido tradicionalmente una demanda más frecuente por parte de mujeres que de hombres, aunque en los últimos años los profesionales de la sexología hemos visto como los casos de hombres que consultan por este motivo son cada vez más frecuentes.
¿El por qué? Pues es difícil saberlo: puede que haya sido algo que siempre ha estado ahí pero ahora los hombres se sienten más libres de poder contarlo e incluso de buscar ayuda, o puede que ahora haya nuevos motivos para la insatisfacción sexual masculina…
Lo que si es cierto es que existe una fortísima presión social sobre la sexualidad masculina, en el sentido en que se da por hecho que el hombre tiene que ser hiperdeseante… Y cuando un hombre no se percibe de este modo, suele verse muy afectada su autoimagen, su seguridad y su autoestima sexual.
De entre los aspectos generales que con más frecuencia pueden causar una disminución de deseo sexual están desde los problemas de pareja, disminución de la atracción hacia la pareja, estar pasando por periodos de crisis personales como estrés, encontrarse angustiados por otras dificultades sexuales, problemas con el estado de ánimo, etc.
¿Existen diferencias en las causas o motivos que causan la disminución de la inapetencia o el deseo sexual en hombres y mujeres?
Aunque cada caso es diferente y no se puede generalizar, me atrevería a decir que las dificultades para disfrutar de las relaciones sexuales y la ausencia de una intimidad adecuada se relacionan con la pérdida de líbido en gran cantidad de casos de deseo hipoactivo consultados por mujeres, sin embargo, el tema del placer está más resuelto en hombres, en los que la pérdida de atracción hacia la pareja, la rutina o los problemas de pareja suelen ser un factor frecuentemente relacionado con la disminución o pérdida de líbido en ellos.
De todas formas, como el deseo erótico se encuentra influido por muchos factores, cuando se trabaja con un caso de deseo sexual hipoactivo en terapia sexual lo primero que hay que hacer es evaluarlo bien, para conocer mejor su naturaleza y los factores que han podido influir en que el deseo haya bajado.
Me gustaría contarte algunas cosas que pueden resultarte útiles si tu o tu pareja encuentran en esta situación:
Si estas experimentando una bajada de tu deseo sexual y es algo que te preocupa, deja pasar un tiempo pues puede ser algo transitorio. Pensar en qué factores o aspectos pueden haber cambiado en tu vida últimamente te puede ayudar a conocer con qué puede estar relacionada esta disminución de tu deseo. ¿Te encuentras estresado? ¿Deprimido? ¿No descansas bien? ¿No tienes mucho tiempo para estar con tu pareja?.. Hacerte estas preguntas puede darte algunas pistas.
Si es algo que te preocupa, háblalo con tu pareja. Es el primer paso para encontrar soluciones.
Cuando la ansiedad, una depresión o un problema del estado de ánimo son los factores principales por los que se ha perdido el interés por la sexualidad, una psicoterapia individual específica es lo más apropiado para empezar.
En muchas ocasiones, la causa de esta disminución de deseo puede estar en aspectos relacionados con la pareja, o la vida sexual en particular. En estos casos, buscar profesionales específicos (terapia sexual y-o terapia de pareja), puede ser una buena opción.
Tener un deseo bajo no tiene que ser necesariamente un problema. No todos los hombres se ajustan a la idea del hombre hiperdeseante, esto es solo un estereotipo. Hay muchos hombres que tienen un deseo sexual modesto, y por supuesto se puede vivir una sexualidad satisfactoria fuera de esos estándares.