¿Qué es la homosexualidad?
Es la orientación sexual por la que un individuo siente atracción física, afectiva, sentimental, sexual y emocional hacia individuos del mismo sexo. Esta orientación está vinculada tanto a hombres como a mujeres. Al hombre homosexual coloquialmente se le denomina gay, mientras que a la mujer se le denomina lesbiana.
Causas
La homosexualidad no es una elección. Según recoge la American Pshycological Association(APA), muchos científicos consideran que una persona es homosexual debido a una interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y del entorno. Los primeros indicios de atracción emocional o sexual de una persona tienden a surgir durante el comienzo de la adolescencia, ya sea hacia personas de su mismo o de distinto sexo (o ambos, en el caso de la bisexualidad). En su momento, esta asociación, junto a otros colectivos, consideró la homosexualidad como un “trastorno mental y emocional”, aunque en 1937 decidió eliminar a la homosexualidad de este grupo.
Historia
La homosexualidad ha estado siempre presente en las distintas culturas a lo largo de la historia. En la Enciclopedia de Filosofía de Stanford, se explica que la primera acepción del término “homosexualidad” aparece de mano de Karl-Maria Kertbeny a finales del siglo XIX. Sin embargo, las relaciones entre personas del mismo sexo se remontan a la Antigua Grecia.
En esta época, no era raro que los hombres mantuviesen relaciones sexuales con aquellos de su mismo sexo. Estas relaciones no estaban mal vistas, ya que para los griegos no importaba el sexo de la pareja, sino su estatus social. En la Antigua Roma también se compartía una visión similar sobre la homosexualidad, aunque progresivamente se fue tomando una visión más crítica de rechazo.
Con la aparición del cristianismo durante los primeros siglos después de Cristo, las relaciones sexuales mantenidas fuera del matrimonio comenzaron a condenarse, lo que hizo que las prácticas homosexuales provocaran un mayor rechazo por parte de la sociedad. Este odio hacia lo homosexual se vio aún más incrementado en torno a los siglos XII y XIV, con las diferentes reformas de la Iglesia que tomaban la ley natural como el principal estandarte de moralidad.
Durante los siglos posteriores las penas por muestras homosexuales tenían grandes castigos, aunque surgían grupos y sub-culturas que lo aceptan pese a la persecución. En los siglos XVIII y XIX la atención sobre estos grupos fue disminuyendo, y algunos teóricos empezaron a tratar de buscar una relación entre la homosexualidad y la medicina y la psicología. La reducción de penas por homosexualidad surgió con la idea de que si la homosexualidad no era algo que la persona escogía de forma voluntaria, no tenía sentido convertirla en un crimen. Esto provocó, también, que empezaran a surgir diversos tratamientos para tratar de erradicar la homosexualidad de las personas.
Ya en el siglo XX la homosexualidad comenzó a separarse del concepto de “trastorno mental” para convertirse en una orientación sexual más. La eliminación de prohibiciones para tener relaciones sexuales fuera del matrimonio hacía más difícil encontrar argumentos para criminalizar las relaciones homosexuales. Además, en la década de los 60 surge un movimiento de liberación encabezados por distintos colectivos homosexuales, en busca de una mayor aceptación por parte de la sociedad. Desde entonces, la aceptación y visibilidad de estos grupos van siendo cada vez mayores.
Aceptación de la homosexualidad
La aceptación de la homosexualidad a lo largo de la historia ha ido variando dependiendo del tipo de sociedad y época. Aunque en gran parte de la historia se ha visto como algo negativo (e incluso catalogado como crimen), durante las últimas décadas cada vez es mayor el sector de la opinión pública que se posiciona a favor de la libertad de expresión sexual y la condena de la discriminación por razones de orientación sexual.
Pese a todo, en la sociedad actual siguen existiendo determinadas actitudes en contra de la homosexualidad, lo que dificulta a veces la llamada “salida del armario” de los homosexuales, es decir, que estos anuncien su condición sexual ya sea a un grupo pequeño de su entorno o de manera pública. Además, la discriminación puede ocasionar otro tipo de consecuencias como la violencia física o mental, impidiendo a estas personas desarrollar su vida con normalidad.
Actualmente, el día 28 de junio de cada año se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT, una reivindicación para la tolerancia e igualdad de derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales. La elección de este día se debe a los disturbios de Stonewall ocurridos el 28 de junio de 1969 en Nueva York, en los que parte de la comunidad LGTB luchó contra una redada policial consecuencia de una ley que obligaba a clausurar todos los bares para homosexuales. Desde este día, surgieron varias organizaciones y protestas en busca de una mayor tolerancia del colectivo LGTB, lo que ayudó en gran medida a conseguir unas condiciones razonables de vida y un respeto a los derechos básicos de este colectivo.
En el caso de España, los matrimonios entre personas del mismo sexo se legalizaron en el año 2005, conviertiéndose así en el tercer país del mundo en permitir el matrimonio homosexual. Desde hace muchos años, el Orgullo LGBT se celebra en varias ciudades del país con diversas marchas; la más importante de toda Europa es la celebrada en Madrid.
Salud sexual
Aunque las enfermedades transmitidas a través de las relaciones sexuales pueden darse tanto entre heterosexuales como en homosexuales o bisexuales, existen ciertas enfermedades que tienen una mayor prevalencia entre aquellas personas del mismo sexo.
Hombres
La enfermedad venérea más frecuente entre hombres homosexuales o bisexuales es el sida, según recoge el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Esta enfermedad se transmite sobre todo a través del sexo anal o de jeringuillas, y en menor medida a través de sexo oral. El VIH es una enfermedad que puede tardar varios años en provocar síntomas, por lo que puede haber personas infectadas que lo desconozcan.
Para evitar contraer el VIH, desde el CDC se recomienda el uso de métodos anticonceptivos de barrera, como el preservativo, así como reducir el número de compañeros sexuales. Además, aconseja acudir al médico de forma inmediata en cuanto se sospeche que se puede haber contraído el virus.
Otras infecciones de transmisión sexual frecuentes entre las relaciones entre hombres son la sífilis, la hepatitis B, la hepatitis C, la clamidia, la gonorrea o el herpes genital.
Mujeres
Las mujeres lesbianas o bisexuales tendrían un mayor riesgo que las heterosexuales de contraer infecciones de transmisión sexual que, por motivos desconocidos, serían más prevalentes entre este colectivo, según el portal WomensHealth. La vaginosis bacteriana es una de las más frecuentes, aunque se puede tratar con antibióticos.
Otras enfermedades frecuentes son la clamidia, el herpes genital, el virus del papiloma humano, la tricomoniasis o las ladillas.
Para evitar todos estos problemas, es importante conocer el estado de salud de la pareja sexual, o usar preservativos femeninos que puedan ayudar a evitar el contagio de estas enfermedades.
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Fuente: https://cuidateplus.marca.com/sexualidad/diccionario/homosexualidad.html